Lo posible del juego
Era el momento del recreo, había niños y niñas corriendo, saltando, gritando y la gran mayoría apiñados sobre el único rodadero del colegio pequeño -por cierto- y, como una manera de ofrecerle otros escenarios y opciones de juego se dispusieron objetos y juguetes en el piso. Todos abalanzados sobre los objetos querían cada quien tenerlos todos, acaparar la mayor cantidad. Mientras tanto, en un pequeño rincón estaba Diego quien había agarrado un control de video juego, un objeto de la vida cotidiana que estaba próximo a convertirse en juguete. Diego jugaba solo mientras veía la pared. Esa pared era un gran espacio en blanco libre para crear, y allí sucedía el videojuego que animado por la imaginación de Diego era toda una aventura. Como si estuviera en una carrera de carros las manos de Diego se aferraban al control mientras su cuerpo se balanceaba de un lado a otro como sorteando curvas con su imaginación. Durante un largo tiempo esa pared en blanco y ese objeto fueron los r...